20 mayo 2011

Justicia!

...a la semana del evento anterior, me llaman de la fiscalía para ocuparse del caso.
Entre sorprendido y entusiasmado por la rapidez y la seriedad con que me trataron, contesté al número que me dejaron.
Amablemente indagaron sobre lo ocurrido, sobre mi situación actual y si no había recibido mas amenazas. A continuación propusieron una mediación.
No entendí bien que parte tenia yo en todo esto ya que mi experiencia en mediaciones laborales tenían que ver con el valor de algún despido o cosas que se acuerdan entre partes...pero en amenazas???
Me aclaran que en este tipo de mediaciones solo queda esperar la disculpa del agresor (pseudo) y el compromiso de no reiterar, ni acercarse.
Acepto (siempre se atuvieron a mi decisión) y me dan a elegir fecha (!). Pido que tengan la delicadeza de no sentarme a esperar una hora al lado de la mole irascible y por supuesto aceptan.
A los tres días me presento en la Unidad Fiscal Este, atrás del Alto Palermo y me hago asesorar en la Unidad de Atención a la Víctima. Luego paso a la fiscalía, aclaro que quiero dejar las cosas ahí mismo y no quitarles mas tiempo por algo menor.
Salgo y hacen pasar a la bola de nervios con el colesterol en crisis...tardaron mas de 40 minutos en hacerle entender de que se trataba y que el trabajo de su esposa no estaba en la mesa de conversación. Solo sus amenazas.
Finalmente me muestran el escrito con las disculpas, el compromiso y demás.
Firmado por ambos, disculpa aceptada y listo.
Espero que la citación y la el acta le haya servido para reflexionar al respecto, aunque tiendo a pensar que los cuarenta minutos que me hicieron perder es lo que tardó en leer las dos hojas.
Sad.