Hace muchos años estar borracho era un vergüenza, era el boludito que no sabia sus límites, no entendía que nos jodia la salida tener que arrastralo, llevarlo, empujarlo o callarlo.
La diversión no pasaba por ahí, el proyecto era otro y el borracho de mierda lo comprometía.
Hoy no. El proyecto de salida parece ser ese. Arruinarse el higado, gastar mucho en el intento, perderse en uno mismo y por supuesto, no recordar nada mañana. Cierra mejor si perdés la billetera, el celular o te arde alguna parte. Programón.
Encima tengo que escucharlo sin un atisbo de duda: que hiciste ayer?...el sábado me puse en pedo. El Domingo dormí todo el día, vos no hiciste nada???
ehhh, no. Nada tan divertido como eso...seguro.
03 mayo 2012
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