Hablo desde la oficina, Juan contesta el teléfono. Terminando la conversación...
Yo: "...chau Juan, te quiero..."
Juan: "chau"
Yo: "...como chau, vos me querés?"
Juan: "es un tema privado"
Yo:"¿?"
Juan: "click"
22 septiembre 2013
04 septiembre 2013
31 julio 2013
Un absurdo engranaje de madera.
Claro que tengo un variedad de cosas y horarios, no soy un
hippie. No me presento como que soy un loco divertido, solo que tengo algunas
responsabilidades, algunos gusto que quiero darme y varios tics.
Tratamos sin suerte de coincidir con unos amigos para vernos.
Tratamos sin suerte de coincidir con unos amigos para vernos.
No suena convincente, verdad? Bueno, para comer y vernos.
Además sumo que quiero ver, conocer, cruzarme con otro humano del sexo
antagónico y no excluyo los turnos, rutinas y almanaques de mis retoños.
Cuantos amaneceres tiene un año? Mas de 300 diría un amigo…Y
claro, 365 hermosos amaneceres se parecen mucho a los 360º de una rueda, se me
ocurrió tontamente. Pero con un montón de incisiones a modo de actividades y
responsabilidades que deberemos de hacer coincidir con el mundo que nos rodea.
...a uno que cree que alcanza con que tenga forma de mujer y le silba al viento cuando el aire me abandona.
Venía al caso que era imposible coincidir con nadie, como un
engranaje que no encaja.
Si nuestras vidas fueran una cascada de engranajes
bidimensional el cambio de uno afectaría el siguiente y así sucesivamente, pero
los otros no están en línea. El sistema es tridimensional como un diferencial
loco y sin sentido que toma fuerzas de varios lugares ajenos y nos hacen girar
en un sentido y otro, a veces sin querer otras en contra, hacia ambos lados las
mas de las veces.
Amigo voraz quiere reunirnos algún día así que comienza la
danza del “nopuedo”.
Sábado: amigo voraz, nopuedo tengo fotografía. Amigo de un
amigo, nopuedo estoy en pleno invierno Ecuatoriano.
La semana que viene, miércoles: Amigo de un amigo, tengo la
casa para mi solo, el miércoles? Amigo voraz, nopuedo tengo curso de cocina molecular en el instituto Balseiro.
La semana que viene jueves: amigo de un amigo, ex Ecuador:
nopuedome voy a Chile. No hay casa. (la diferencia entre una casa o un departamento no
es la altura al nivel del mar, es tener o no parrilla).
A todo esto yo (campeon de nopuedo) estaba regalado y ya me disponía abandonar
mis hijos en cualquier horario o situación con tal de ver un terrícola adulto.
Fracaso.
Arreamos las banderas del morfi y por un instante nos
concentramos en andar en bici.
Sábado: Amigo sabático, estoy engripado, estoy casado, tengo
turismo cercano, folding life también. Amigo voraz, estoy casado, tengo que ver
autos, tengo familiar enfermo. Acumulador de palabras con finde libre (yo): intento
el suicidio, pero falla el método de lavar el auto temprano (el auto no me perdona que lo lave sin sentido), pedalear 30km en
bici e ir a almorzar a San Isidro solo (no funcionó esa compañía), todo
antes de las 14.30hs! Ojo, me torturo este fin de semana… el próximo seguramente el elemento imposible seré yo, por
los locos cronogramas de los sábados de los chicos, así que no me inmolo del
todo.
Sucumbo a una milanesa violenta con cerveza de litro, mirando el río y leyendo un libro hasta que refresca.
Sucumbo a una milanesa violenta con cerveza de litro, mirando el río y leyendo un libro hasta que refresca.
En paralelo trato de ver a Christine (“the new adventures of
old…”) pero ese engranaje se revela a su vez. Los horarios de los
divorciaditos son complicados, algunos los aplicamos al relax o algún hobby,
otros a la vida social, familiar o deportivo-gastronómica. Según el día, el
clima, el viento o el horóscopo…pero imposible. Espero que se me vaya el
tembleque y aprovecho para ver a mi
amiga carterista –divorciada a su vez, pero con novio- a la que abordo porque
no solo emboqué que estaba sin su hija, sino que se había peleado con su novio.
Nos vemos y celebramos el milagro, apuesto unos mangos en verla probarse
bombachas pero no pasa de un par de saquitos y pullovers en un Shopping. Me
invita el mejor strudel al sur del río Mississipi pero hacia el final me comparte
con otra amiga que se suma (otro engranaje satelital perdido pero bienvenido).
Me estoy por ir y la descarada se pide otro strudel. No creo mas en Dios por un
instante, le doy un beso y me voy bajo la lluvia.
A todo esto regresa mi hijo mayor de su exilio maternal -sin avisar- como colofón de una agenda descabellada.
Esta rueda anual de eventos no solo tiene muescas para hacer
coincidir con amigos o amigas, familiares o actividades, siquiera voluntad o
fiaca.
Los dientes de este disco del destino tienen profundidad también, quiero
decir que a veces no alcanza con coincidir, uno debe de acoplarse en tiempo y
forma, producir una transferencia de energía y finalmente liberarla para
producir un trabajo.
Vernos.
Vernos.
Eso...si todo tiene aceite.
Mariano.
...a uno que cree que alcanza con que tenga forma de mujer y le silba al viento cuando el aire me abandona.
El pic fué tomado del face "lagenteandadiciendo".
23 abril 2013
Un cuento Beretta...
Raro inicio de un cuento que arranqué sin sentido.
En la extraña secuencia inversa del blog, calculo que deberé de editarlo y colocarlo primero el día que lo termine. Si ocurre.
Mariano.
Cruzar el río es tarea sencilla. Aceitado en el devenir de los pasajes, los documentos y alguna reserva, todo es fácil. Si el viaje es por placer y la familia numerosa es una cosa, pero el caso es por trabajo. Ir, tomar una vida. Las mas de las veces, volver.
En la extraña secuencia inversa del blog, calculo que deberé de editarlo y colocarlo primero el día que lo termine. Si ocurre.
Mariano.
Cruzar el río es tarea sencilla. Aceitado en el devenir de los pasajes, los documentos y alguna reserva, todo es fácil. Si el viaje es por placer y la familia numerosa es una cosa, pero el caso es por trabajo. Ir, tomar una vida. Las mas de las veces, volver.
Tampoco es una ocupación full time -que no es un chino
construyendo la muralla- es un kiosco bien remunerado, un recreo del
aburrimiento cotidiano. Acaso un franquero de la parca con acceso a beneficios
terrenales en divisas fuertes.
Lo acompañaba un bolsito gastado Adidas de tela impermeable,
raspado en los bordes como único equipaje, no necesitaba más así fuera un día
como un mes. Cualquier cosa entraba ahí y el resto se podía comprar. La Beretta
estaba dentro de la última opción siempre y cuando uno supiera que puerta
golpear, que cara poner y cuantos verdes largar. Para este particular quiso
darse un gusto y busco la XX-treme, su preferida.
El precio siempre fue relativo, incluso algunos proveedores
han muerto de casualidad justo poquito después del hacer negocio con Garbo.
Tipos desprolijos que no supieron separar las balas del ítem que las acciona.
Traidor. Flaco y traidor.
Lo que escriben las revistas del corazón y lo que describe
el imaginario joligudence de los matadores es pura cháchara. No hay guita en
serio, esa es la pura verdad…”sino, no tendría que llevarme puesto algún que
otro armero” se excusaba el Garbo y era verdad.
Los tipos con glamour están todos presos porque no supieron
llevar la fama, la exposición, la responsabilidad social implícita del exterminador
monotributista.
Quiso en los primero años llevar la familia en algún que
otro viaje pero la mujer lo volvía loco por sus distracciones, no te ocupas de
mi, le decía. Creyó luego que lo mejor era concentrarse de lo suyo (convenció a
los suyos que era viajante) cuando correspondiere y de la familia cuando
pudiese. De todas maneras ella no paraba con los reproches…”en que estás
pensando?” le preguntaba con frecuencia. El no sabía ni que responder o acaso
si estaba pensando en algo, como ocurre con la mayoría de los hombres.
Esa mujer nunca supo la suerte que tuvo a su lado, tuvo
destellos luminosos que le impidieron avanzar con sus dudas existenciales
femeninas cuando estaba armado. Claro que la quería sin limites, todos amamos
si remedio alguna vez, pero esa parte de nuestro mundo también nos sabotea con
afecto. Al Garbo le molestaba particularmente que se metiera en su cabeza.
Nunca entendió el flaco adonde quería acceder ella cuando intentaba atravesar
sus capas de silencio, igual nunca se extendían mas que dos o tres semanas,
máximo.
El río era infinito, se creyó engañado por todos los idiotas
que le insistían con que se veía la costa Uruguaya.
Inevitable, aguzaba la mirada para descubrir un horizonte
inexistente, de todas maneras insistía cada tanto. Confesó una vez -hace años-
que en realidad su miopía mal disimulada le impedía divisar con claridad la
borda del barco y provisto de profundos anteojos confundía regularmente los
primeros árboles del Tigre a babor con la lejana figura geométrica de Colonia en
proa.
Se sabe que ha recibido quejas de algún que otro comitente
desilusionado por algún plomo cuyo destino resultó errante. No se ha sabido mas
de ellos con lo cual es imposible corroborar a ciencia cierta el objetivo
original de la bala o acaso la trayectoria final contratada, una lástima.
Quiso Dios que lluvia del día anterior dejara una calma exorbitante
que redujo el viaje a un paseo intrascendente y rutinario. Desembarcó y se burló
íntimamente de la amabilidad y respeto de los primos charrúas. Solo quedaba
instalarse y por la tarde buscar la puerta verde y el casco antiguo de esa
maldita ciudad honrada.
continuará?
continuará?
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