05 noviembre 2010

Abelardo Tagliaferro


"...Tagliaferro no caminó enseguida, porque acababa de entender que todos los hombres son cautivos de sus amores. Uno no entiende por qué ama las cosas que ama. El intelecto no sirve para escapar de los laberintos del afecto. Por eso es tan dificil enfrentar el dolor: porque uno puede engañarse inundando con argumentos razonables las llagas que tiene abiertas en el alma, pero lo cierto es que esas llagas no se curan ni se callan. Y por eso un hombre puede amar a una mujer que a los otros hombres les parezca funesta, o puede poner su corazón al servicio de amores que a otros se les antojen inútiles o intrascendentes.
Abelardo Tagliaferro estiró los brazos, prendió las manos a la tela como un extraño superhéroe excedido en peso, y supo que lo importante no es quién o a qué uno ama, sino el modo que uno ama lo que ama. Recién entonces caminó hacia la parada..."

Del cuento "MOTOROLA", de Eduardo A. Sacheri. En el libro "Lo raro empezó despúes", cuentos de fútbol y otros relatos.
Si es que cabe la remota posibilidad de dedicar un breve fragmento robado a un par de amigos del kite, ellos serían Alejandro y Miriam.

Tengo que aclarar que es solo un fragmento de un cuento genial, o algun/a salame cree que tiene alguna lectura subterranea? Get a life!